Comentario
En esta región francesa del oeste conservamos un grupo de pinturas de cierta calidad que muestra una evidente relación con la tradición carolingia, coincidiendo en su estilo con las ilustraciones de una serie de obras de carácter narrativo sobre vidas de santos. Todas ellas coinciden en una cronología bastante restringida en los años finales del XI.
En torno a 1100, se decora, casi en su totalidad, el templo de Saint-Savin-sur-Gartempe, cerca de Poitiers. Todavía subsiste la pintura en el pórtico, en el largo cañón de la nave y en la cripta oriental.
Un grupo de artistas, de estilo bastante afín, pinta un amplísimo repertorio de escenas: un ciclo bíblico en la nave, temas escatológicos en el pórtico, y hagiográficos en la cripta. El estilo responde a figuras de gran canon, muy estilizadas. Simplifica las formas y estiliza los detalles expresivos, reduciéndolo todo a lo esencial. La gama cromática empleada se limita a unos tonos mates y claros, definidos con ocres intensos y verdes.
Este tipo de pintura alcanza una gran popularidad por el área, mostrándose ya con una cierta rudeza en San Martín de Vic (Bourbonnais).
La iconografía de Saint-Savin responde a un sentido de la ilustración de temas narrativos que también aparece en los manuscritos iluminados sobre vidas de santos. A esta serie corresponde una "Vida de santa Radegunda", donde se reproducen veinticuatro escenas de la santa, y una "Vida y milagros de san Aubin". Los ciclos iconográficos de estos libros se realizan con un estilo ingenuo, completando la composición de las escenas con temas anecdóticos.
Contactos con el arte insular presentan las excelentes pinturas de la cripta de Tavant. Sus figuras dotadas de movimientos convulsos adquieren un aspecto dramáticamente fantasmagórico.
Al sur, en Limoges, nos encontramos con dos talleres, el de San Marcial y el de la catedral de San Esteban, que nos suministrarán durante los siglos del románico una amplia serie de obras de gran calidad.
La obra maestra es la conocida "Biblia de San Marcial de Limoges", compuesta hacia 1100. Fue realizada por dos artistas muy diferentes. El primero adopta un estilo próximo al del leccionario de Cluny, mientras que el segundo, de una gran calidad, muestra un extraordinario dominio del dibujo.